La trágica novela del patinaje artístico femenil

María Sabine Santana
5 min readFeb 21, 2022

Parte I. El inicio del fin

Los Juegos Olímpicos de Beijing 2022 fueron el escenario de uno de los episodios más tristes del deporte: una niña de 15 años fue acosada por los medios y audiencias internacionales después de que salió a la luz que dio positivo a una prueba anti-dopaje realizada dos meses antes de los Juegos.

Kamila Valieva, patinadora rusa entrenada por la multipremiada coach Eteri Tuberidze, era la favorita para ganar el oro en los Olímpicos, después de ganar todas las competencias en las que había estado en su primer año debutando en competencias “senior” de patinaje artístico femenil. Su competencia más cercana eran sus propias compañeras de equipo: Anna Shcherbakova y Alexandra Trusova, ambas de 17 años. La corta edad de este trío de estrellas no es casualidad. Desde haca más de una década, el patinaje artístico femenil ha sido protagonizado por patinadoras más y más jóvenes, haciendo salto cada vez más exigentes y riesgosos.

El drama que vimos suceder ante nuestros ojos no empezó en diciembre de 2021, cuando se le tomó a Kamila la prueba de orina que más adelante desataría especulaciones, pleitos legales y luchas internas entre la comunidad del patinaje, sino que comienza a gestarse en los juegos olímpicos de 2014 en Sochi, Rusia. En estos juegos sucedieron dos cosas que moldearían el paisaje del patinaje durante los siguientes años: Yuzuru Hanyu ganaba su primera medalla de oro olímpica en la competencia masculina; el segundo gran suceso fueron las medallas…

--

--