La trágica novela del patinaje artístico femenil

María Sabine Santana
4 min readFeb 22, 2022

Parte II. La consolidación del mito

Para cuando el cuerpo y la carrera de Yulia estaban terminadas, una nueva estudiante estrella de Eteri Tiberidze comenzaba su ascenso: Evgenia Medvedeva. Evgenia comenzó a entrenar con Eteri a los 8 años y pronto comenzó a acumular medallas, siendo campeona del mundo en la categoría junior en 2014 y en la categoría senior al año siguiente. Para 2017, ella era la favorita para ganar el oro, no solo en Rusia, sino en los Juegos Olímpicos de 2018 que se disputarían en Pyeong Chang, Corea del Sur. Sin embargo, a mediados de octubre, unos días antes de la Copa Rostelecom 2017, le diagnosticaron una fisura en el pie derecho, por lo que tuvo que dejar de competir para poder entrenar.

Durante los meses siguientes, una nueva estrella cuasi infantil tomó el lugar central en los reflectores. Alina Zagitova, entrenada también por Eteri Tuberidze desde los 13 años, comenzó a ganar medallas de plata y oro, incluyendo la de la Copa Rostelecom y el nacional ruso ante la ausencia de Evgenia. Para cuando comenzaron los Juegos Olímpicos de 2018, estaba claro que el resultado del evento de patinaje femenino ya no era predecible. Finalmente, Alina Zagitova logró superar el puntaje de Evgenia y ganó la medalla de oro, no sin cuestionamientos de por medio.

Esta vez, las críticas no recaían en un posible favoritismo de los jueces por una nacionalidad, sino más bien en cómo las reglas del deporte permitieron que Alina planeara estratégicamente en qué momento de la…

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